PARTICIPACIÓN DEL ALUMNADO UNIVERSITARIO EN EL AULA.

Una investigación sobre el temor a hablar en público en grandes grupos

Los principios de convergencia europea implican, desde el punto de vista del profesorado, nuevas competencias sobre la enseñanza y el aprendizaje. Este enfoque exige pasar del protagonismo del profesor al del alumno, de estilos docentes a los estilos de aprendizaje. Se le concede al alumno mayor autonomía, aunque el trabajo sea guiado por el profesor, pero para ello deben adquirir nuevos modos de aprendizaje.

Es importante que el alumno desarrolle la habilidad comunicativa, que en algunas ocasiones se ve limitada por el miedo a hablar en público. Esto se ve explicado, por un lado, por los componentes biológicos y genéticos del trastorno, por otro lado destacan los procesos de modelado y de refuerzo a los que los niños han estado sometidos en el entorno familiar y escolar, mientras que otros insisten en el déficit en habilidades sociales como la causa principal de la ansiedad experimentada por los sujetos al fracasar al enfrentarse ante situaciones de este tipo.

Pero esta investigación no es tan sencilla de abordar, hay que tener en cuenta una serie de variables como son las siguientes:

  • Variables personales y académicas: edad y sexo, tipo de estudios y frecuencia de asistencia a clase.
  • Factores del entorno escolar para hablar en público: autoeficacia para hablar en público, motivación interna, motivación externa, conducta del profesor, atención al feedback y habladores compulsivos.
  • Tipo de docencia: clase tradicional, en pequeño grupo u otra modalidad de enseñanza.
  • Metodología docente: hay tres niveles. En el más alto de ellos los alumnos han tenido una parte del tiempo de la clase dedicada al trabajo en pequeños grupos y además todos los alumnos han asumido la tarea de exponer las conclusiones de su trabajo al gran grupo de manera rotatoria. En el segundo nivel quedan aquellos cursos en los que ha habido trabajo en pequeño grupo, lo que necesariamente ha facilitado la interacción, pero la participación en la exposición de conclusiones ha sido voluntaria. Por último, el resto de grupos en los que no hay una constancia de la metodología seguida porque ninguno de los profesores implicados en el proyecto han tenido docencia en los mismos.
  • Ansiedad en situaciones del aula: temor a hablar en grupo pequeño, hacer preguntas en clase, exponer trabajos, evitar hablar en clase o pasarlo mal en clase cuando no conoces a la gente.

 

Sabemos que este es un problema al que se le pude poner solución o sobre el que se puede intervenir, pero siempre debemos tener muy presente el componente emocional, que es quizás el más importante de todos. Es necesario generar un contexto que facilite al alumno avanzar en este camino con recursos suficientes. Que él nunca se sienta presionado a hacer nada, simplemente que encuentre el momento oportuno.

Quizás el trabajo en grupo, una conducta facilitadora del profesor, un cierto nivel de motivación por parte del alumno y una capacidad de atención al feedback serían recursos necesarios, aunque acaso no suficientes para el cambio.

Creemos que la clase magistral es una metodología que puede crear más temor del que ya se tiene a hablar delante de grandes grupos, ya que el alumno está acostumbrado a actuar como espectador y no como participante. Bajo nuestro punto de vista el trabajo colaborativo es una mejor opción para la obtención y mejora de habilidad comunicativa.

Otro punto a destacar es el rol del profesor, que debe facilitar en la medida de lo posible todo el material y recursos necesarios para que la situación sea propicia.

Lo que consideramos más difícil de cambiar o intervenir son las variables personales, como son las características individuales de atención al feedback, el sexo, o la motivación interna, que son cosas que ya vienen intrínsecas y ligadas a cada uno de nosotros.